Hoy hace quince años nuestros
padres daban gracias a
Dios por nosotras.
Hoy damos gracias a Dios por
ellos, por cuidarnos, tenernos
paciencia y aconsejarnos.
Damos gracias también a toda
nuestra familia por hacer más
especial este día.
A todos nuestros amigos por
enseñarnos el valor de una
verdadera amistad.
Deléitate en el señor, y él
concederá los deseos
de tu corazón.
Salmos 37:4